Consiste en pintar un cuadro a gran escala, donde cada participante del equipo plasma su creatividad y trabajo para lograr una obra de arte realizada en conjunto. La obra es creada previamente por un reconocido pintor chileno, quien personaliza la pintura en base al mensaje y conceptos que la empresa desea comunicar y reforzar entre sus colaboradores, como visión, misión, objetivos y valores corporativos. Más allá de la realización de un gran mural, el pintor – relator enfoca su intervención en tomar conciencia de la responsabilidad que tiene cada uno en la creación de una identidad de equipo y la calidad de las relaciones humanas.